Las abundantes lluvias y suaves temperaturas que hemos tenido tanto en estos días como en el final del invierno, han creado el caldo de cultivo idóneo para los anfibios que necesitan de puntos de agua para llevar a cabo la cría. No es difícil cuando sales al campo por estas fechas encontrarse campos encharcados con diversos puntos de agua, incluso sin salir demasiado de las ciudades. Es en esos charcos efímeros donde muchas especies como el sapo corredor, acuden a llevar a cabo la parada nupcial y puesta de huevos. Otras especies buscan lugares con aguas más permanentes por su alargado periodo larvario. Dejo a continuación unas fotos de estos días donde los anfibios están en plena época reproductora después de años difíciles de sequía.
- Machos de ranita de San Antonio (hyla molleri) a principios de Abril en una charca ganadera en una zona de montaña. Sólo estaban los machos cantando ya que son los primeros en llegar a las charcas cuando comienza el cortejo en el periodo de reproducción. Las hembras son las últimas en llegar acudiendo a la llamada de los machos.
- Puesta de sapo corredor (epidalea calamita) en un charco efímero de poca profundidad creado por las abundantes lluvias, lugar habitual de cría en esta especie debido a su poca destreza natatoria en aguas más profundas.
- Larvas de Sapo corredor en una pequeña charca de aproximadamente 10 cm de profundidad.
- Puesta muy característica de sapillo moteado (pelodytes punctatus). Las puestas de esta especie se caracterizan por estar adheridas envolviendo a la vegetación de la charca como se muestra en la siguiente foto.