No es extraño ahora en primavera salir al campo y ver cómo explota la vida por cada rincón, y más en años tan buenos como ha sido este en cuanto a la abundancia de agua se refiere. Os dejo una imagen de este fin de semana donde en un paseo por el monte pude ver a placer la enternecedora imagen de una corza cuidando de sus dos pequeños que apenas cumplen unos pocos días de vida. La madre no les quitaba ojo de encima y los lamía meticulosamente limpiándolos y eliminando olores para evitar a los posibles peligros como son sus depredadores y preparándolos para una difícil vida.